El Museo de Arte Moderno de Nueva York presenta del 8 de marzo al 7 de junio una retrospectiva de la obra multifacética de la compositora, música y cantante islandesa Björk. La exposición se basa en más de 20 años de proyectos arriesgados e innovadores de la artista y sus ocho álbumes de larga duración para hacer la crónica de su carrera a través de sonido, películas, imágenes, instrumentos, objetos y trajes.
Björk puso a Islandia en el mapa del pop en 1987, cuando Sugarcubes consiguieron que la prensa musical británica se enamorara de ellos por su original planteamiento musical. Posteriormente, inició una carrera en solitario con “Debut”, desde entonces, Björk se ha convertido en una artista capaz de imponer un estilo único en las listas de venta sin dejar de seguir los caminos más arriesgados.
Björk Guðmundsdóttir nace en Reikiavik el 21 de noviembre de 1965 y es conocida simplemente como Björk. Es una cantautora, multiinstrumentista, compositora y productora islandesa. Pasó sus primeros años en Reikiavik, donde se convirtió en vocalista profesional a los once años al publicar su primer álbum, Björk. El álbum fue exitoso en Islandia, pero no fue publicado fuera del país. Tras haber formado algunas bandas post-punk, Björk saltó a la fama como una de las cantantes principales del grupo de rock alternativo The Sugarcubes, manteniendo un seguimiento de culto en Estados Unidos y Reino Unido.
Tras la desintegración del grupo, Björk se mudó a Londres, donde comenzó una carrera en solitario. Debut, su segundo álbum lanzado en 1993, no sólo estableció su nueva dirección artística, se convirtió en un éxito internacional. Siguió lanzando una serie de álbumes en los que adoptó diversos géneros musicales, desde el jazz hasta la electrónica y la música experimental, obteniendo aclamación por la crítica y trabajando con importantes diseñadores de moda, productores y fotógrafos. Sus videos musicales, dirigidos por reconocidos directores como Michel Gondry, también han sido aclamados por la crítica.
Björk protagonizó la película Dancer in the Dark (2000) de Lars von Trier, la cual ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes. Su interpretación le valió el premio a la mejor actriz de dicho festival y una nominación al Globo de Oro a la mejor actriz. Sin embargo, decidió no volver a actuar, optando por centrarse exclusivamente en la música.
Su disco Biophilia se convirtió en el primer álbum de la historia en ser lanzado en formato "App-Álbum", el cual es un eBook con objetos 3D interactivos, películas, animaciones y diagramas basado en datos científicos reales, con imágenes de la NASA, la Agencia Espacial Europea y la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial.
Su sello discográfico, One Little Indian, informó que para el año 2003, Björk había vendido más de 15 millones de álbumes en todo el mundo. Ha ganado cuatro Premios Brit, cuatro MTV Video Music Awards, un premio MOJO, tres UK Music Video Awards y, en 2010, el Premio de Música Polar de la Real Academia Sueca de Música en reconocimiento por su "música y letras profundamente personales, sus arreglos precisos y su voz única". En 2001, Björk recibió la Orden Nacional del Mérito francesa. Además, ha sido nominada a un Premio Óscar y Globo de Oro a la mejor canción original. Ocupó el puesto veintinueve en "Las 100 mujeres más grandes en la música" de VH1, el octavo lugar en "22 mejores voces de la música" de MTV, y el sexagésimo puesto de las "100 más grandes cantantes de todos los tiempos" de la revista Rolling Stone.
Considerada como una de las figuras más importantes en la música contemporánea, Björk es conocida por su música ecléctica, videos provocadores y sentido de la moda extravagante. Cada uno de sus álbumes incluye una éstetica y mensaje propios y únicos, y su voz ha sido elogiada por su habilidad para el scat, estilo vocal único y entrega.
Con la publicación de su último disco, Vulnicura, Björk se ha negado a subirlo a Spotify. Lo razona en Fast Company, revista de negocios y tecnología: “Sinceramente, estamos improvisando. Me gustaría decir que hay un plan maestro, pero no lo hay. Hace unos meses mandé un correo a mi manager y le dije: ‘¿Sabes qué? Esto del streaming simplemente no es correcto. No sé por qué, pero me parece una insensatez”. La insensatez, según Björk, reside en “trabajar en algo durante dos o tres años y después ‘Oh, aquí lo tienes, gratis’. Y no es cuestión de dinero. Es cuestión de respeto, ¿sabes? Respeto por el arte y la cantidad de trabajo que has metido”.
Vulnicura es fruto de la ruptura con Matthew Barney con el que se casó en 2002 y de ese desengaño, que Björk dibuja como una traición imperdonable, es de lo que hablan las letras del disco.
Lleva implícito un mensaje de autoafirmación – “me has herido, pero saldré adelante” – pero no únicamente en lo anímico, también en el plano creativo. Se quejaba Björk en una entrevista con Pitchfork de que se ha cansado de luchar contra la opinión general de que, por ser mujer, se supone que todos los sonidos de un disco los ha hecho otra persona. “El 80% de los beats de Vespertine los hice yo. Tarde tres años en terminar ese disco porque todos los sonidos eran microscópicos. Matmos estuvieron trabajando durante las dos últimas semanas, añadieron percusión por encima, pero no compusieron ninguna estructura. Sin embargo, en todas partes se les indica como autores del disco entero”. “A veces he pensado en publicar un mapa de todos mis discos e indicar quién hizo qué en cada uno. Pero sería algo tan defensivo que me parece patético”. "Pero siento que está llegando una tercera o cuarta ola de afirmación feminista, así que puede ser un buen momento para abrir un poco esa caja de Pandora y airear las ideas".
Aprovechando el lanzamiento de este nuevo disco se pueden encontrar entrevistas y artículos que nos acercan un poco más a esta islandesa que en 2007 actuó en Bilbao, en la explanada del Museo Guggenheim.
Para acabar un vídeo con la canción Black Lake, “el centro de gravedad de su último disco y lo más desgarrador que Björk ha cantado nunca” y que es el sonido e imagen promocional de la exposición del MoMA:
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