viernes, 12 de septiembre de 2014

De trekking en Groenlandia y de paseo por Reikiavik

Vuelta del verano y retomamos la publicación en el blog después de haber estado 6 días de trekking en el sur de Groenlandia  y pasado otros tres días en Reikiavik.



Narsarsuaq

Es el aeropuerto del sur de Groenlandia. Tras tres horas desde Reikiavik en avión de hélices, si hay suerte con el tiempo como fue nuestro caso, se disfruta de unas vistas espectaculares del indlansis, la capa de hielo que cubre el 80% de la superficie de Groenlandia, además de ver fiordos, glaciares, montañas, valles, ríos, … Aterrizamos en el pequeño aeropuerto, resultado de la reconversión de una base militar americana de la II guerra mundial. Unas pocas casas y una carretera hasta un pequeño puerto, más o menos 3,5 kms más allá. Es la única carretera que hemos visto. En torno al aeropuerto y en el hotel trabajan los aproximadamente 160 habitantes de Narsarsuaq. 


La zodiac

Medio de transporte al que no estamos acostumbrados. Tras abrigarnos y con el salvavidas puesto montamos a las órdenes de Niels, un lobo de mar danés. Si hace buen tiempo y no hay viento la perspectiva es pasar frio, pero también disfrutar del zigzag entre icebergs. Si hace mal tiempo y viento, mucho frio y a agarrarse bien. Sentados en el borde, cuando la zodiac bota te sientes en el aire, muy cerca de las aguas del fiordo.

Igaliko

Para llegar dimos un paseo desde el embarcadero donde nos dejó la zodiac hasta el pequeño pueblo, por la Senda de los Reyes. Al llegar a lo alto de la última colina, vista espectacular: otro fiordo, montañas, azul y verde, unas pocas casas de colores y la presencia de las balas de hierba plastificadas para el invierno. 60 habitantes dedicados a la agricultura, la ganadería, algo de pesca … y turismo. Junto al pueblo, las ruinas de Gardar, residencia del obispo de la comunidad groenlandesa cristiana en el año 1126.

Refugios

Hace años, una empresa de viajes danesa decidió preparar una ruta por el interior de Groenlandia e instaló varios refugios, contenedores metálicos, por el “sencillo” método de llevarlos con un helicóptero, para posteriormente abandonar la idea y los refugios con todo su equipamiento, incluida la comida. En un entorno en que no hay rastros de presencia humana, estas cajas de metal resultan cuando menos chocantes. Ahora sirven para quien se anima a andar por esas zonas. Los despropósitos humanos todavía nos asombran … a pesar de lo útiles que han resultado.

Azar

Bueno, algún rastro sí. ¿Es posible ir andando por un paraje perdido de Groenlandia, luchando con unos abedules de dos metros cuyos troncos crecen prácticamente en horizontal y las ramas se entrecruzan haciendo que el moverse con una mochila sea bastante dificultoso, además de empaparte por el agua acumulada por la lluvia, y encontrar una funda con una cámara de fotos perdida en 2010 por alguien en su pelea con la vegetación?,  ¿Y que aunque la cámara esté muy estropeada la tarjeta gráfica todavía permita ver las fotos? Es posible, y gracias a las redes sociales posiblemente podamos localizar a la persona que la perdió y pueda recuperar sus imágenes.



Rios

Pequeños, grandes, arroyos, cursos de agua. Una presencia constante. Atravesarlos de piedra en piedra o cruzar descalzos sus frías aguas es un momento de diversión que a veces incluye meter una bota en el agua. Modelan el paisaje, a menudo en forma de profundos barrancos, y acompañan con su sonido.




Glaciares

Impresionan. La lengua del glaciar y poco más allá la masa de hielo que ocupa el 80 % de Groenlandia, 1,71 millones de km², casi 2.400 km de norte a sur y un máximo de 1.100 km de este a oeste, un grosor máximo de 3 km. Sus colores blancos, azules de muy diversos tonos, grises por la tierra y los minerales que arrastra, sus formas lisas o quebradas. Un espectáculo de puro gozo, pero en retroceso, como atestiguan las señales en las montañas cercanas.





Auroras boreales

Algún amago y por fin pudimos disfrutar de este fenómeno natural que te deja sin palabras y los ojos bien abiertos para intentar retener tanta belleza. Colores y movimientos en la noche groenlandesa.








Grupo y guías

Un grupo pequeño, que permite una relación muy cercana durante los días del trekking, y dos guías, Leticia y David, que nos hicieron sentir confiados y apoyados.






Qassiarsuk

A la orilla de un fiordo, enfrente de Nasarsuaq. La antigua Brattahlid, donde se asentó Erik el Rojo en el año 982, como recuerda su estatua desde una colina. Ruinas y reconstrucción de la primera iglesia y de una casa inuit. Pocos habitantes, dedicados a la agricultura y ganadería (hace que no haya mosquitos, un gusto). Pesca abundante desde la misma orilla y sin mucho aparejo. Aquí tiene su albergue Tierras Polares, la agencia con la que viajamos, y hay un trasiego continuo de personas en tránsito.



Reikiavik, callejear

Nos gusta esta ciudad.
Laugavegur, la calle central, islandeses e islandesas, turistas, tiendas, cafés, hostels, …
Skolavordustigur, una de las más antiguas, está vez con una exposición en la calle de fotos sobre Sisimiut, Groenlandia.
Callejear por una ciudad con poco tráfico y al final de la calle la bahía o las montañas cercanas, la plaza del Parlamento, el lago y el Ayuntamiento, el palacio de congresos Harpa, el puerto …



Museos

Hemos aprovechado para visitar algunos museos: el Museo deArte, la Casa de la Fotografía con una exposición de Ragnar Axelsson y la proyección de su documental “Los últimos días del Ártico”, el Museo Marítimo, con un documental excepcional sobre la dura vida de los pescadores islandeses en épocas pasadas, faenando siete hombres en un pequeño bote a temperaturas muy bajas. También nos llamaron la atención unos paneles que representaban los numerosos naufragios en el entorno de Islandia en los últimos dos siglos.


Café París, Laundromat

Dos referencias que visitamos cuando vamos a Reikiavik.
El Café París, en Austurvollur, la plaza del Parlamento, muy recomendable para comer algo y beber cerveza Kilkenny, ¡hasta aquí hay que venir para seguir tomando esta cerveza que ha desaparecido en Bilbao!.
El Laundromat, en Austurstraeti, para un buen desayuno viendo alrededor parte de la vida social de Reikiavik. También útil si se necesita lavar la ropa.



Ragnar Kjartansson

El día anterior vimos una instalación suya en el Museo de Arte, God, y al siguiente nos lo encontramos desayunando en el café Laundromat. Una razón más para volver por el Museo Guggenheim a ver y oír su instalación, The visitors, antes del 2 de noviembre.


Vuelta a Bilbao, con ganas de seguir escribiendo sobre Groenlandia e Islandia, sin orden ni concierto, muy interesados e intentando que interese.



Hasta la próxima,un video con la música de Of Monsters and Men:



1 comentario:

Unknown dijo...

Que bonitas fotos, nos hacen ver todo lo que habréis disfrutado.

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